Es bien conocido que, cuando los niños entran en la adolescencia, sufren cambios físicos, mentales y emocionales importantes. Empiezan a ser más esquivos a los mimos de sus padres, presentan una vergüenza extrema ante las acciones de los demás y un sentido del ridículo desorbitado.
Su semblante es enfadado, irascible y desafiante. Su lenguaje no verbal es hostil.
Algunos adolescentes, se muestran reacios incluso molestos con abrazos, palabras amorosas, o gestos cómplices por parte de adultos de su entorno, por lo que, los padres, dejan de intentarlo, ellos también se muestran dolidos, puesto que "su hijito" ya no quiere nada de ellos, se dedica a encerrarse en la habitación y vaciar la nevera. A su vez, el adolescente, que no es consciente de su comportamiento esquivo y hostil, se siente solo, poco querido y con falta de atención por parte de sus padres, y eso le hace comportarse aun más esquivo, y en algunas situaciones, incluso celoso de los hermanos.
!El pez que se muerde la cola vamos!
La mayoría de los adolescentes que se muestran asi, en realidad están necesitando mucho cariño, aunque muestren todo lo contrario, como los cactus, por fuera pinchan, pero por dentro están blanditos.
Sabiendo esto, busquemos la manera de dar el afecto que necesitan estos chicos, podemos observarlos, e ir probando de menos intensidad a más; un guiño de ojo, tocarle el brazo, abrazarle por detrás..y si va acogiéndolo bien seguir a más, si no, nos quedamos en el escalón aceptado.
Así veremos como la conducta de nuestro cactus va cambiando.
!Suerte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario